jueves, 12 de abril de 2007

Breve historia del Islam VI

Siguiendo con el tema de Sunnitas y Chiítas


Realmente entre sunnitas y chiítas no existen demasiadas diferencias en cuanto a la forma de vivir el Islam. Ambos siguen los cuatro pilares básicos, leen el Corán y creen en la Sunnah.
Pero sí que es cierto que hay algunas discrepancias a la hora de interpretar ciertas partes del Corán y de darle importancia a la Sunnah. Los sunnitas opinan que el Corán está completo, y que en él solo hay un mensaje que es el que todo musulmán puede apreciar cuando lo lee. Sin embargo, para los chiítas el Corán es un libro incompleto, ya que acusan a los califas sunnitas de haber eliminado todas las partes de la revelación que hacían referencia a Ali y a su derecho a suceder a Mahoma. Además de eso, creen que el corran no tiene una sola interpretación, que no es solo lo que todos los musulmanes pueden leer, sino que existe un mensaje oculto, cifrado, que se le escapa a los creyentes y que solo es capaz de descifrar un sabio con unos valores especiales, el Imán.

Una de las grandes diferencias políticas de estos dos grupos, como dije antes, es el de sus respectivos jefes. Mientras los sunnitas tienen como cabeza al Califa, los chiítas están liderados por los Imanes, siendo Ali el primero de ellos.
El Imán es un guía que encarna el espíritu de justicia, igualdad, solidaridad y unidad de la Umma. La Umma es el nombre que le dio Mahoma a la comunidad musulmana que iba formándose en Arabia, cuando allí alguien dejaba atrás sus creencias antiguas en ídolos y abrazaba el Islam, entraba a formar parte de esta comunidad, donde todo era en beneficio de la religión y sus creyentes, nadie era individualista, no existían intereses privados.

Pero estos valores de la Umma, según los chiítas, se perdieron totalmente con los gobiernos de los califas sunnitas, ya que eran personajes individualistas que se movían únicamente por su propio beneficio y que además eran unos usurpadores, ya que llegaban al poder de forma hereditaria o mediante guerras civiles. Sin embargo, los Imanes son elegidos por Allah directamente mediante un sistema de sucesión divino que es secreto.

Supongo que hace poquito habréis visto en la televisión como los chiítas salían a la calle y comenzaban a auto herirse con pequeñas espadas o látigos hasta que sangraban por todo el cuerpo. Pues bien, esta fiesta, llamada Ashura tiene su origen poco después de la muerte de Ali y tiene que ver una vez más con problemas sucesorios. La función que tiene la Ashura es recordar el martirio o la pasión a la que se vieron sometidos los primeros Imanes y que era una clara prueba religiosa de que el Imán era un salvador. Esta imagen de un sufridor aumenta sobre todo con el personaje de Husayn, cuya historia dio origen a esta fiesta, la Ashura:

Tras ser derrotado por Muawiyya en el 657, Ali se traslado junto a todos sus seguidores a Irak, concretamente a la ciudad de Kufa, donde vivió hasta que fue asesinado por los jariyies en el 661.
Entonces, los chiítas nombraron a su hijo mayor, Hasan, como jefe de la Umma. Bajo su mandato se llevaron a cabo pequeñas escaramuzas contra los ejércitos del califa Muawiyya, con no malos resultados para los Alidas. Pero en el 680 murió Muawiyya, con lo que el califato quedó vació y tanto sunnitas como chiítas comenzaron a mover fichas para intentar poner a uno de los suyos al mando.

Por su parte, los chiítas pensaron en Hasan, pero a este no le iba mucho el tener poder, no quería una responsabilidad de esa magnitud, y se negó a ser califa. Aunque realmente tampoco lo hubiera sido, pues antes de morir, Muawiyya nombró sucesor a Yazid, su hijo.
Cuando Hasan renuncia a ser califa, su hermano Husayn toma el liderazgo de los chiítas y se convierte en el llamado “señor de los martirios”. Husayn, refugiado en La Meca, se negó a someterse al usurpador Yazid, y propuso una rebelión contra él. Con un ejército de fieles bien armados, Husayn se dirigió hasta Kufa, ciudad que ya se había rebelado. El califa Yazid reprimió violentamente la rebelión y mandó a un ejercito de Siria para interceptar a Husayn y los suyos. Los ejércitos se encuentran en la ciudad de Karbala, en Irak, donde Husayn es sometido a un duro asedio, siendo abandonado a su suerte por muchos de sus soldados.

Santuario de Husayn. Karbala


El asalto final a la ciudad se produjo el viernes día 10 del mes de muharram del 680 d.C. Al amanecer, Yazid entró en Karbala, que cayó tras una heroica resistencia. La masacre fue general, los soldados cayeron bajo las espadas Sirias y las mujeres que sobrevivieron fueron llevadas como prisioneras a Damasco. Sobre el mediodía, Husayn, el líder, es decapitado y su cabeza enviada también a Damasco.

Este trágico suceso es recordado cada año por los chiítas en su fiesta, la Ashura, procurándose heridas para recordar el sufrimiento que un día padecieron lo soldados de Husayn a manos de los califas.

Volviendo al tema de los Imanes, según los chiítas, toda época histórica necesita un Imán dotado de la sabiduría suficiente para saber interpretar las palabras ocultas del profeta y para dirigir al mundo a su salvación. Como dije antes, la sucesión de estos Imanes es puramente de carácter divino, y ha originado algunas divisiones dentro del Chiísmo. Todos los chiítas coinciden en la idea de que existe un Mahdi, un imán oculto, que desapareció en un determinado momento de su vida y que aunque sigue vivo (pero es invisible), no volverá a aparecer hasta el final de los tiempos, momento en el que volverá en calidad de vencedor de la justicia para reestablecer el orden que eliminó el califato sunní.

Representación del Mahdi


La división en grupos dentro del chiísmo se hace partiendo de las discrepancias sobre quien es el imán oculto. La rama más extendida es la de los duodecimanos, que cree que la sucesión se para en el duodécimo Imán. Los Ismailies, de los que hablaba Klin, creen sin embargo que es el séptimo Imán, Ismail, quien es el verdadero Mahdi. También están los Alauíes y los Zaydíes.

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